Día histórico para el Instituto Secundario, ahora Secundaria 10.
Va a costar decirlo. Escuela Secundaria 10. Este lunes 4 de julio queda en la historia de Claromecó. El Instituto Secundario, ahora sí, formalmente, pasó a ser estatal. Después de unos meses de incertidumbre, tras el anuncio de octubre pasado, donde el expediente tardó mucho más de la cuenta en llegar a La Plata. Por ese motivo es que el ciclo lectivo 2022 debió comenzar una vez más bajo gestión privada.
Pero eso ya es parte del pasado. A partir de ahora comienza a escribirse una nueva historia. Lo cual no significa que haya que olvidar lo hecho hasta acá. Muy por el contrario, es gracias a todo ese camino recorrido que se legó a este momento. El Instituto Secundario vivió un día de fiesta, con el anuncio formal de la estatización.
Algo largamente esperado por todos. Especialmente por esta comisión directiva de ACEC, encabezada por Laura Castro, que desde que asumió en 2018 se propuso este objetivo. Fueron años y años de sacrificio y lucha. Básicamente, para llegar a fin de mes, pagando cargas sociales, servicios y una interminable lista de etcéteras. Todos quienes ingresaron a la comisión sabían que se encontraban ante un desafío enorme, y sin embargo lo aceptaron. Por eso es muchísima la gente a la que no hay que olvidar jamás. Porque cimentaron este presente.
Breve historia
La escuela originalmente era estatal, pero el gobierno de turno tuvo la «brillante» idea de cerrarla. Envió a una funcionaria con este objetivo, pero aquí se encontró con una verdadera manifestación popular. Prácticamente todo Claromecó salió a la calle para evitar el cierre. Y se evitó, pero con un costo importante: el instituto pasó a manos de la misma gente. Nació así la Asociación Cultural y Educativa Claromecó, entidad propietaria del Instituto Secundario. Los vecinos pasaron a ser dueños de una escuela. Y asumieron el desafío.
En un principio, en un anexo de la Escuela 11, un edificio precario, pero que sirvió para que muchas promociones egresen de allí. Por eso le tienen mucho cariño a ese viejo instituto, hoy ya demolido. En los inicios de los 90, ante el aumento de la matrícula de alumnos, se hizo necesario contar con edificio propio. Comenzó así otra gesta, la de levantar las paredes del nuevo colegio, en el terreno de 20 y 11. Los fines de semana se reunía la comunidad para construir aquellos que sabían hacerlo, hacer pastones, mojar la drillos, o simplemente cebar mate, quienes no tenían el conocimiento sobre construcción. La obra se paró, por diversas circunstancias, comenzó de nuevo, volvió a detenerse. Se pasó más de una década.

Edificio propio
En 2004 se renovó completamente la comisión. Surgió paralelamente el Grupo de Amigos Pro Edificio. Y se puso como objetivo finalizar la obra. Se contó con el aval municipal, con el aporte de la Provincia, y finalmente se logró. Pero no fue fácil. Contaba el intendente en el acto que viajó hasta La Plata, y un funcionario le dijo que si un empresario había puesto un colegio privado, el estado no podía ayudarlo con el edificio. Ahí le explicó que no, que no fue un empresario, que fue gente de la comunidad que se hizo cargo ante la ausencia del estado. Que esa gente, los fines de semana, sacaba a pasear un chancho en un carro, donde lo iba a asando y vendía números para una rifa. El fulano en cuestión no daba crédito a lo que escuchaba.

Finalmente el nuevo edificio se inauguró, el 7 de octubre de 2005. Momento histórico. En principio con tres aulas, un cuerpo de baños y la secretaría. Eran tiempos del Polimodal, donde únicamente concurrían los alumnos de primero, segundo y tercero. Pero un tiempo después volvió el sistema tradicional, ahora con 6 años, y la obra finalizó. Después vino la pintura, y la calefacción. Se hizo una colecta y en menos de una semana se recaudó para colocar el nuevo sistema de calefacción. Surgió la necesidad de un SUM, y a su vez la necesidad de pagar las cuentas a fin de mes. Siempre esa espada de Damocles haciendo sombra. Es decir, la comisión directiva a la vez de proyectar obras a futuro, tenía que ocuparse del presente, del día a día. Con una matrícula o cuota muy baja en relación a otros establecimientos privados.
Y en medio de todo eso, el viento del 2018, que se llevó buena parte del techo. Otra vez la comunidad respondiendo a pleno. Colectas, festivales, mano de obra, materiales, todo llegó desde todos lados. En unas semanas el nuevo techo ya estaba colocado.
Por eso esta historia de sacrificios tiene casi 50 años. Con toda la comunidad educativa involucrada. Alumnos, profesores, directivos, padres y madres, gente de la comunidad. Vecinos que se hicieron cargo de una escuela, ni más ni menos, de garantizar la instrucción media a centenares, miles de chicos. Por eso, Claromecó se calzó la 10, la nueva Escuela Secundaria N° 10. En realidad, la comunidad claromequense lleva puesta la 10 desde hace cinco décadas.
El acto
El gobernador Axel Kicillof encabezó en teleconferencia el acto en el que se anunció oficialmente el pase de la escuela al estado, y la resolución correspondiente, ya firmada. Es la 1286. El mandatario estuvo acompañado del director general de Cultura y Educación Alberto Sileoni, y de la secretaria General de Gobierno Agustina Vila. En Claromecó, en el nuevo SUM del instituto, estuvieron el intendente Carlos Sánchez, el diputado Carlos «Cuto» Moreno, el director del establecimiento Néstor Castro, el presidente del Centro de Estudiantes Franco Álvarez, la directora general de Inspección Marisa Vázquez, la inspectora jefa regional de Gestión Marina Moulia, y el inspector jefe regional de Gestión Privada Javier Rinaldi.
Franco Álvarez jamás imaginó cuando asumió en el Centro de Estudiantes que algún día le tocaría protagonizar esto. Sentado al medio de la mesa, entre el intendente Sánchez, y el «Cuto» Moreno. Franco fue el encargado de iniciar el acto, sus palabras fueron las primeras que escuchó el gobernador. «Estamos muy contentos porque se pudo cumplir con algo que la comunidad estuvo esperando durante mucho tiempo. Sabemos que se viene un cambio muy grande para nuestra escuela, que va a impactar positivamente, tanto en los estudiantes que estamos cursando hoy como en las generaciones que vienen», dijo el adolescente luciendo el buzo de egresados de la Promoción 2022. El último buzo que llevará el nombre Instituto Secundario Claromecó.
La directora general de Inspección Marisa Vázquez afirmó que “la educación es colectiva y se puede realizar cuando hay un Estado presente que da respuestas. Esta escuela secundaria va a servir para responder a muchas demandas comunitarias. Hacer escuela en Claromecó es hacer también escuela en la provincia de Buenos Aires”.
Néstor Castro ocupa desde marzo nuevamente la dirección. Ya fue director cuando el instituto inauguró el nuevo edificio, también fue inspector, y nuevamente profesor. Mientras fue inspector formó parte de ACEC. Es decir, nunca se alejó del instituto, conoce cada centímetro del establecimiento. Destacó que «como comunidad educativa, agradecemos la gestión y la velocidad para resolver una demanda de los vecinos y vecinas de Claromecó. Al estar bajo la órbita estatal, podremos avanzar con muchos proyectos que hasta el momento nos resultaban imposibles. Vamos a continuar trabajando para que esta escuela siga brillando, porque eso merece nuestra comunidad».
«Estas cosas suceden cuando las autoridades hacen miles de kilómetros para acercarse hasta el lugar y conocer las demandas de los vecinos y vecinas: los problemas se resuelven cuando se conocen”, subrayó el diputado Moreno.
A su turno, el intendente Carlos Sánchez recordó el episodio ante un funcionario en La Plata. Señaló que «detrás de esta escuela no hubo un empresario buscando hacer negocios. Sino un grupo de gente muy humilde que empezó a construir la escuela para que sus hijos no tuvieran que trasladarse 75 kilómetros. Con esta estatización se brinda una respuesta a toda una comunidad que hizo un gran esfuerzo y que sostuvo a la escuela con mucho sacrificio».

Compromiso, lucha y participación
En tanto, el gobernador Kicillof destacó que «este es un hecho excepcional, con pocos precedentes en la Provincia, y tiene un valor muy especial porque reconoce la historia del compromiso, la lucha y la participación de toda una comunidad. Todo el pueblo ha pedido por la estatización de esta escuela, que nació con los aportes de la comunidad y el esfuerzo de los vecinos y vecinas que construyeron un edificio. Concluimos este camino porque hubo una sociedad que no bajó los brazos y sostuvo la demanda hasta que el estado cumpliera con su deber de garantizar una educación pública de calidad”.
“Necesitamos que la sociedad se siga organizando y exija todos los días por lo que aún falta, porque ese es el camino para seguir conquistando derechos”, expresó Kicillof y remarcó que «estamos aquí para cumplir nuestra tarea, que es darles una respuesta y hacer que los derechos de los y las bonaerenses sean una realidad”.