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Edu y Jesi visitan Claromecó en la Gitana Rodante

Edu y Jesi visitan Claromecó en la Gitana Rodante

Tener una casa rodante y vivir viajando. Ese el sueño de muchos. Alejarse de los grandes conglomerados urbanos, cambiar de vida y de hábitos. Dejar de ser una pieza de un engranaje y tener libertad. Conocer lugares, costumbres, culturas.

Ese sueño pudieron cumplirlo Edu y Jesi. Ellos son de Olavarría, y en 2019 emprendieron una aventura que les cambió la vida. Ambos tenían buenos trabajos, pero optaron por dejarlos, o hacerlos a distancia, y comenzar con esta historia, la de la Gitana Rodante.

Claro que el objetivo fue cambiando. Al principio la idea era ir a vivir a Nueva Zelanda. Pero por un problema de visas no se pudo. Entonces surgió la idea de comprar una camioneta, adaptarla como casa, y unir Ushuaia con Alaska. Pero otra vez el destino se interpuso. Apareció la pandemia de COVID-19. Y si bien el Coronavirus alteró los planes, no abandonaron la idea. Suspendieron la travesía durante la cuarentena de 2020, pero en cuanto se pudo, retomaron el viaje. Ese trayecto los trajo ahora a Claromecó.

Edu y Jesi contaron su experiencia en la RCC

«Nosotros salimos hace más o menos un año y medio. La idea al principio era unir los dos conos, norte y sur. Pero buscamos todo lo que hay en el medio, todas las culturas y países. Eso está cambiando ahora por el tema del COVID. Pero Argentina tiene lugares muy lindos para conocer. Salimos en 2019, fuimos a Usuahia, ya hemos recorrido medio país», comenzó relatando Jesi.

Agrega Edu que «la idea inicial era ir a Nueva Zelanda, pero fallamos en el primer intento al sacar la visa. Entonces decidimos armar la camioneta y salir de Ushuaia a Alaska. Luego la visa salió, pero llegó el tema del COVID. Pero igual seguimos con este viaje, que nos gusta mucho».

Ambos dicen no saber en qué momento exacto comenzó la idea. Edu añade que «soy maestro mayor de obras, estaba matriculado. Estábamos 15 horas con una computadora, estábamos saturados. Avisamos con tiempo, renunciamos a nuestros trabajos fijos, renunciamos a la matrícula, y armamos el viaje. Nos animamos«.

Traviajar

Jesi por su parte dice que «básicamente los cansó la rutina. Aprendimos que podemos trabajar de otras formas, ahora se le dice “traviajar”. Vimos esa posibilidad, con los distintos conocimientos que tenemos y poder hacerlo en viaje. Por ejemplo, Edu hace diseño industrial y civil, lo puede hacer tranquilamente en cualquier lado, por internet. Yo en Olavaría trabajaba en radio, sigo haciendo redes sociales desde el viaje, y a otra radio le hago administración online. Y además hacemos artesanías».

El trayecto de la Gitana Rodante comenzó en 2019. Cuenta Edu que «salimos de Olavarría hacia Buenos Aires. De ahí comenzamos el viaje por Ruta 3, recorrimos la Costa Atlántica ingresando a todos los pueblos, y llegamos a Ushuaia. Muchos lugares que no conocíamos ni los nombres, y nos llevamos lindas sorpresas. En la Patagonia estuvimos bastante, nos fuimos quedando en distintos pueblos. Hicimos Ruta 40 y la Carretera Austral en Chile. Luego volvimos a Argentina e hicimos Córdoba y San Luis. En Córdoba empezó lo del COVID, ahí decidimos volver a Olavarría. Pero cuando pudimos, retomamos el viaje».

Cuando comenzó la Fase 1 de la cuarentena en 2020 optaron por regresar. Pero ese viaje fue una aventura en sí misma. Relata Jesi que «tardamos 14 horas, nos enteramos el 19 que el 20 cerraban todo. Llegamos 22:30, y a las 00 se cerraba todo«.

Edu y Jesi comentan en su canal de Youtube el primera aniversario del viaje

Navidad con tortas fritas

Si bien el viaje está medianamente planificado, no estricto. Puede cambiar de un momento a otro. Y eso fue lo que les pasó en Chile, cuando por una rotura en la camioneta, se vieron obligados a pasar Navidad allí. Edu cuenta que «estando en Chile se nos rompió un rodamiento. Era el 24 de diciembre, en un pueblito llamado Santa Lucía, que tiene 20 casas. La idea era pasar Navidad en Esquel, pero al final nos quedamos ahí. Pasamos Navidad ahí, con otro viajero brasilero. Festejamos con cerveza y tortas fritas, que ellos les llaman sopaipillas. Fue una gran experiencia».

Jesi describe el armado de la camioneta, de la Gitana Rodante. Destaca que «la camioneta es una Mercedes Benz 180-D. La compramos como furgón en Rosario, lo único que tenía era la claraboya y estaba bien aislada. Después la empezamos a armar nosotros. Como Edu es maestro mayor de obras la hizo súper funcional. La armamos con cosas en su mayoría recicladas, tenemos baño con ducha, por ejemplo».

Crece la comunidad de viajeros

Tras indicar que mantienen todos los cuidados ante la pandemia, los chicos señalaron que la comunidad de viajeros crece día a día. Gente cansada de la rutina igual que ellos, emprende el desafío y la aventura. Cuentan que «hay una comunidad que nosotros empezamos a descubrir, de gente que hace esto. Que trabaja viajando, y sobre todo en este último tiempo. Y no solo en camionetas como la nuestra. Hay gente viajando en todo tipo de autos, en Gol, Renault 4 y Fiat 600. Hay unos chicos de Córdoba que fueron hasta Canadá en un Fiat 600 y luego hicieron un libro».

En Claromecó

Como todos los lugares que visitan, la llegada a Claromecó fue fortuita. Tampoco saben cuándo seguirán el viaje, por ahora están en la localidad. Puntualiza Edu que «nos encaminábamos hacia Epecuén, pero conocimos gente en Tres Arroyos, un mecánico que nos prestó una casita acá. Y por eso nos vinimos unos días acá. El mecánico se llama Manuel».

Jesi remata diciendo que «nunca sabemos a dónde vamos a ir. Así se va dando todo«.

Podés seguir a Edu y Jesi y su vaje en la Gitana Rodante:

Youtube: Gitana Rodantera

Facebook: Gitana Rodantera

Instagram: Gitana Rodantera

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