«Ahora no bajemos los brazos«, el mensaje del personal de la salud.
Se logró. En base a los números de los últimos días, era previsible que al otorgar las últimas altas, este momento se vendría. Es noticia. Tres Arroyos está libre de COVID-19.
21 muestras de PCR recibidas, todas negativas. Dos altas, es decir, 0 casos positivos en todo el distrito.
Hay que remontarse al 22 de agosto del año 2020 para encontrar una situación similar. Ya que el día 23, el doctor Gabriel Guerra anunciaba en su tradicional audio de Whatsapp anunciaba el primer caso. En realidad, el segundo, puesto que previamente había habido un único caso. El famoso caso 0 de Orense.
De ahí en adelante, lo que ocurrió fue lo más cercano a una pesadilla. Como lo habían anunciado las autoridades de Salud, el virus comenzó a propagarse de manera exponencial. Llegó a un primer pico en octubre, y luego lentamente empezó a descender. Pero en la primera quincena de enero, probablemente a raíz de las reuniones por las Fiestas, se produjo otro pico, mayor aún. Luego empezó un brusco descenso.
Se llegó así al mes de febrero, hasta ese momento, el momento más tranquilo de la pandemia. Llegó a haber sólo 6 casos activos. Pero con la llegada de marzo, las nuevas variantes, y en concordancia a lo que ocurrió en el país y la región, la cifra de activos comenzó nuevamente a subir.
De allí en adelante, fue claramente el peor momento. Se profundizaron las restricciones, se debatió sobre las clases presenciales, al tiempo que comenzaba a cobrar ritmo la campaña de vacunación masiva. Pero el virus no daba tregua. Los casos aumentaban de manera alarmante, por ende el número de internados, y lamentablemente, el de fallecidos.

Para fines del mes de mayo, la situación era directamente desesperante. Los positivos diarios se contabilizaban de a cientos. Sin exagerar, los PCR positivos eran más de 100 por día. Las muestras pendientes otro tanto. La tan temida saturación del sistema se estaba produciendo. Internados en las dos Salas COVID del Hospital, que ya no daba abasto. Llegó a haber más de 20 pacientes internados en Terapia Intensiva, y otros 5 en la Clínica Hispano. Se ponía en marcha la anunciada unificación de la salud, entre lo público y lo privado. La clínica tampoco disponía de camas, por lo que las autoridades comenzaron a derivar hacia otros centros asistenciales. Algunos de estos lugares, bastante lejanos, donde había lugar.
El virus mantenía en jaque al distrito. Parecía no tener fin la cantidad de positivos. En Claromecó la situación también era compleja. Llegó a haber casi 20 casos activos. Internados que estuvieron un largo tiempo en el Hospital, dos de ellos que lamentablemente fallecieron.
En nuestra localidad hubo una jornada de realización de muestras de PCR. Fue en el Espacio de Arte. En el mismo lugar, se realizó una campaña de vacunación, para todos aquellos que aún no habían recibido el turno.
Pero ya desde el mes de julio, comenzó a evidenciarse una mejoría. Con el avance de la vacunación, los números lentamente empezaron a bajar. En pleno invierno, y también en concordancia con el resto del país. Para septiembre la situación era diametralmente distinta. Ya no había peligro de saturación del sistema. El numero de internados bajaba ostensiblemente, lo mismo que el de positivos diarios.
Llegó el día en que el Hospital abrió las Salas COVID por primera vez, al no contar con pacientes internados. Comenzaron a verse los números más bajos desde aquel brote de agosto de 2020. Nuevamente eran contados con los dedos de la mano. La campaña de vacunación avanzó, hasta llegar a los más chicos, que eran los que faltaban. Y por ende, el virus comenzó a estar más controlado, con menos circulación. Esto posibilitó las aperturas hacia prácticamente todas las actividades. Incluidas aquellas que estaban restringidas desde el inicio de la pandemia, como la nocturnidad.

Hasta llegar a este 3 de noviembre de 2021. Con las dos altas dadas en el día, el distrito quedó LIBRE DE COVID. Se sabe, esto puede ser momentáneo. La PANDEMIA AÚN NO HA TERMINADO. Ya hay personas que están recibiendo turnos para la tercera dosis. En el mundo hay lugares donde la situación parece volver a complicarse.
Por eso, el PERSONAL DE LA SALUD de Tres Arroyos, emitió un comunicado. En primer lugar, celebrando el momento alcanzado, de «0 casos». Y en segundo término, instando a la población a «no bajar los brazos». Es decir, a continuar atentos, más allá de la situación favorable.
Es una celebración, pero en medio de una pesadilla. Porque en el camino quedaron 234 vecinos. Familias que aún lloran a los que ya no están. Heridas que quedarán para siempre.
En referencia a esta situación, el personal de la Salud de Tres Arroyos destacó que «lo logramos entre todos«.
