La solidaridad de Claromecó es conocida y probada. En este caso se produjo un nuevo ejemplo de estas actitudes que son normales en este lugar. Una familia encontró y devolvió una cámara go pro que había sido extraviada en febrero.
Nacho de Arriandaga extravió su go pro sumergible en febrero de este año. La perdió en el mar, y quedó allí, sepultada por el océano. Seguramente el último temporal la sacó hacia la orilla.
Allí es donde la familia Agarraberes la encontró. Pusieron la cámara y su correspondiente tarjeta en arroz, para que queden bien secas. Una vez hecho esto, analizando las fotos y videos que había en la tarjeta, empezaron a localizar por redes sociales a las personas que veían en las imágenes.
Y así fue como dieron con el propietario, Nacho, que obviamente ya daba la cámara por perdida.
El propio Nacho se comunicó con la RCC para dar a conocer esta historia. Una muestra más de la solidaridad, de la buena gente que vive y que llega a este lugar. Patrimonio que sin dudas hay que conservar.