Radio Comunidad Claromecó

Falleció Luis Satini

Falleció Luis Satini

Dirigió esta emisora durante casi 10 años.

Diciembre de 1993. Regreso de cursar mi primer año de la carrera de periodismo, y voy a pedir trabajo en Radio Comunidad Claromecó. La radio que siempre escuchaba desde su nacimiento en 1989. Me atiende Cristian Rodríguez, quien me dice que tengo que hablar con el director. Lo llama por handy, y le indica que vaya para su casa. Hasta allí me dirijo, me atiende un flaco rubio, de bigotes, llamado Luis Satini.

Tras una larga charla donde me pone al tanto de un montón de cosas, me cita a los pocos días. Regreso, y me lleva hacia la Costanera. Me explica cómo hacer un panorama de playa, me da el handy, se retira unos metros para no incomodarme, y ahí mismo hablo por la RCC por primera vez en mi vida. Luis me dice que eso fue una prueba, y me comunica que resultó satisfactoria. Me confirma que seré movilero de la radio en el verano ´94. Pero a su vez, me dice que voy a conducir un programa a la tarde. Será un envío de tres horas de duración, y no se emitirá desde el estudio, sino desde los paradores de la playa.

Es así que el 1 de enero de 1994 le pido entrada a Andrea Carrera, Ignacio Medrano me presenta al aire, y debuto oficialmente en Radio Comunidad Claromecó. A la tarde de ese mismo día, con Sebastián Álvarez como operador, y en presencia de Alberto Borelli y la Tía Lu, desde el Nahuel Epú, se inicia El Taxi del Verano. Comienza oficialmente mi carrera periodística, porque si bien había realizado algún programa en Tres Arroyos, y colaboraciones en Buenos Aires, ahora era contratado, y lógicamente rentado.

Todo gracias a Luis, el que me abrió la puerta de Radio Comunidad Claromecó. El que confió en mi, prácticamente sin conocerme. El mismo Luis que me volvió a llamar para el verano ’95, bajo las mismas condiciones. El que también me volvió a convocar para el ’96, pero esta vez para conducir la mañana. En ese mismo año, y ante la ausencia por enfermedad del conductor oficial, me dijo ese mismo día que iba a conducir la transmisión de la Corvina Negra, ni más ni menos.

A mediados de marzo de ese mismo año, mi contrato había finalizado. Pero yo ya estaba recibido. Es decir, no tenía compromisos en Buenos Aires. Entonces, seguía yendo a la radio. Ahí me sentó, y me propuso formar parte del staff permanente de Radio Comunidad Claromecó. Después Tito Martínez me dio continuidad, otras responsabilidades más allá de la conducción. Y el resto es historia más o menos conocida.

Hasta acá, escribo en primera persona, porque no puedo hacerlo de otra manera. Es lo que me pasó. Gracias a Luis Satini ingresé en la RCC.

Este jueves 2 de septiembre Luis Alberto Satini falleció. Desde hacía un año venía sobrevellando una enfermedad bastante complicada y no muy frecuente. Las noticias no eran las mejores en los últimos tiempos en cuanto a su evolución, y finalmente se produjo el desenlace.

Luis nació en Capital Federal, un 13 de febrero de 1960. Si bien vivió buena parte de su adolescencia y juventud allí, claramente su lugar en el mundo era Claromecó. Descendiente de una familia tradicional de este lugar, dedicada al transporte de pasajeros, Luis conoció Claromecó desde su nacimiento. Fue así que finalmente se terminó radicando en la localidad. Como todo el que llega a Claromecó, empezó dedicándose a tareas diversas, en electricidad domiciliaria y del automotor, entre otras actividades.

«Fierrero» de alma, una de sus grandes pasiones era el automovilismo. De manera aficionada ya había incursionado en el periodismo realizando colaboraciones con distintos medios deportivos. Por eso, cuando Omar Carrera comenzó su recordado ciclo «Deportes en Comunidad» en la RCC, llamó su atención. Comenzó como tantos otros, visitando la radio. Y al poco tiempo se incorporó como columnista de automovilismo.

Fue desarrollando diversas labores en la emisora, hasta que Tito Martínez le propuso ser su mano derecha. Dirigir la radio ante su ausencia, puesto que en ese momento Tito no vivía en Claromecó. Fue así que comenzó lo que podría llamarse la segunda etapa de la RCC tras los primeros pasos lógicos de ensayo y error. Luis empezó a ser un multifunción. Vendía y cobraba publicidad, armaba la programación, era movilero, se dedicaba al mantenimiento de los equipos, entre otras cosas.

En los papeles era un empleado más, pero con funciones ejecutivas. Era el máximo responsable de la radio cuando Tito Martínez no podía estar presente. Ojo, a Luis había que conocerlo bastante para terminar de sacarle la ficha. Un carácter hosco para quien recién lo conocía, pero a su vez una personalidad muy divertida en la intimidad. Con un humor muy irónico, muchas veces no se sabía si estaba hablando en broma o en serio. Por momentos difícil de llevar, por momentos un cago de risa, hablando mal y pronto.

Anécdotas hay cientos para contar. Sólo referiremos un par. Día de trabajo normal, en el turno tarde. En la emisora había un saco, un blazer, siempre colgado del perchero. Apareció Luis y se lo puso, pero sin camisa ni remera debajo, es decir, «en cueros». En eso llega una persona y pregunta por el director de la radio, Luis estaba de espaldas a la puerta, entonces se da vuelta y dice «si, soy yo». Con un blazer, el torso descubierto y descalzo. Nos fuimos todos por la otra puerta porque no podíamos contener la risa.

Verano de 1997, primer recital de Los Calzones en la cancha del Club Recreativo Claromecó. Todo un acontecimiento, porque era una banda nacional, que en ese momento tenía una alta rotación en todas las radios del país. Era un recital masivo, gratuito, organizado por la RCC. Una de las exigencias de la banda era que detrás del escenario debía haber un travesaño para colgar una bandera gigante con el logo. Lo que hoy sería una estructura metálica truss, muy utilizada por bandas y DJS.

La idea fue entonces montar dos tramos de torre de comunicaciones sobre ambos palos del arco donde se había erigido el escenario, sosteniendo un tercer tramo elevado. Pero algo falló. Los tramos estaban atados con alambre de hierro dulce, es decir muy blando. Luis comenzó a escalar ese tramo de 6 metros con el fin de «enganchar» el travesaño. Pero los alambres se fueron cortando uno a uno en serie. A unos 5 metros de altura, era inevitable la caída. Desde allí arriba Luis empezó a moverse para guiar la caida de de la estructura, hizo un repaso rápido del escenario y guió la torre para que no rompa ningún instrumento ni equipos, tiró el tramo hacia un lado y por último se tiró él hacia el otro.

Resultado: no se rompió nada, los asistentes de Los Calzones empezaron a aplaudir. Nosotros, otra vez, muertos de risa. Un año después, se organizó un segundo recital de la misma banda, los plomos le decían: «Flaco, volvé a tirarte de la torre».

En agosto de 1999 Luis se fue de la radio. Por diferencias con Tito (dos personalidades fuertes), que con el tiempo se fueron limando. Comenzó allí una importante carrera como productor comercial en lo que hoy es el Grupo 105 de Tres Arroyos. Desde allí fue partícipe del nacimiento de emisoras como Radio 3, o la local 106.

También fue el creador de la página web 30 40 100, un homenaje a la Fuerza Aérea Argentina. Fue en 2012, cuando se cumplían 30 años de la Guerra de Malvinas, 40 años del avion Mirage en Argentina, y 100 años de la fuerza. He ahí el nombre del sitio, que desarrolló junto a su hijo Santiago. Luis integró en su momento el Taller Regional Quilmes de la FFAA. Participó del Escuadrón Tropa, Jefatura II. Desde su página web realizó múltiples reconocimientos a ex integrantes de la fuerza. Principalmente homenajeó a los Héroes de Malvinas.

En ese marco, fue el impulsor de la pintura al avión que recuerda al Teniente Héctor Ricardo Volponi, en la intersección de Libertad y Güemes, en Tres Arroyos. Organizó charlas con ex pilotos que estuvieron en combate, y desarrolló un contenido enciclopédico muy valioso desde su web. Fue invitado a homenajes y reconocimientos en diversas brigadas aéreas del país, a raíz de este trabajo. Tarea que desarrolló de manera totalmente desinteresada.

Escribió notas periodísticas de manera free lance para distintos medios gráficos de la provincia y CABA. Y también fue colaborador de medios nacionales, ante acontecimientos importantes en la región.

Hay mucho más para contar. Malhumorado y divertido a la vez. Huraño y sensible como pocos. Con un talento natural para resolver imprevistos, y mantener la calma en momentos complicados. Luis Alberto Satini nos dejó muy joven, 61 años. Un abrazo a Paula, Mariana, Santiago y Josefina.

PD: Luis, dejá de jugar y hacé mate.

Un comentario

  1. Que gran descripcion de Luis, hosco, divertido, sencible, ironico, asi lo recuerdo, asi fue todo el tiempo de trabajo que compartimos. Mucha tristeza por esta noticia. Los mas lindos recuerdos para el querido Luis. Un gran abrazo a Paula, sus hijos, familia y amigos a quienes acompaño en su dolor.

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