Hace unos días atrás, publicamos el primer baño en la silla anfibia que se realizó en la bajada accesible ubicada a la altura de la calle 30. Quién recibió el baño es Carlos «Pachi» Gándara, oriundo de Adolfo Gonzales Chaves, y uno de los mejores ciclistas locales. Hace muchos años atrás se dedicó a correr en bicicleta, hasta que lo dejó y se fue a vivir a la ciudad de Comodoro Rivadavia.
En el año 2012, regresando a Chaves para visitar a sus padres, cerca de Río Colorado sufrió un accidente automovilístico el cual le provocó un estallido de médula y lo dejó paraplégico. Luego de pasar por operaciones y rehabilitación, continuó con el deporte del que tanto disfrutaba. Llegó a sus oídos la existencia de las bicicletas adaptadas que se manejan sólamente con las manos, las handbike.
Ya de regreso en su ciudad de origen, ciclistas amigos le hicieron una de estas bicicletas adaptadas y comenzó a participar en las carreras de rural bike de toda la zona.
Nueva vida
Descubrió el deporte y pudo continuar con su vida, o mejor dicho como dice él, comenzar con una nueva vida. Lo más importante, es que lleva su palabra de aliento a las personas que están pasando por historias similares, llevando la bandera de lo que es el deporte y la discapacidad. También lo hace en su recorrido por las rutas y parando en las ciudades que atraviesa.
Esta etapa de la historia de Pachi la escribe con una pluma distinta, esa pluma que le enseñó a disfrutar de la vida. Hizo pareja con Angie, él hace pizzelas y ella las vende. Tiene un auto adaptado con el que recorren la costa.
Por cuestiones de la pandemia, se vio interrumpido el cicloturismo. Esto corresponde a ir de ciudad en ciudad, llevando la bandera de deporte y discapacidad y brindando charlas en ONG o en centros de rehabilitación de lo que es el ciclismo adaptado.
Una de las cosas que siempre tuvo pendiente era visitar a su hijo en Comodoro Rivadavia. Los colectivos no lo llevaban y en avión el costo era elevado. En el año 2018 decidió cubrir la distancia que los separaba en su handbike, junto a 6 ciclistas. Demoraron 16 días.
Su próxima meta es cubrir los 5000 kms. de la Ruta 40 y entrar en cada ciudad para hablar de deporte y discapacidad.
Expresa que lo más maravilloso que le pasa es poder estar vivo y seguir disfrutando de todo lo hermoso que le sucede.
Accede al día que disfrutó del baño en la silla anfibia pinchando en el siguiente enlace:
