El guardavidas de Claromecó se consagró en su categoría, en el campeonato Máster de Atletismo, compitiendo en salto en alto.
El guardavidas de Claromecó Luciano Saltapé obtuvo medalla de Oro en el Campeonato Sudamericano Máster de Atletismo. El mismo se llevó a cabo en Bogotá, Colombia. Luciano ganó en la disciplina salto en alto, en su categoría de 40 a 44 años.
Todavía en Colombia, Luciano habló con la RCC, y comentó su experiencia. Dijo que tuvo varias dificultades para obtener el oro. Al largarse la competencia, comenzó una lluvia torrencial que modificó todos los planes previos. Destacó que «cuando hice el primer intento se largó un diluvio, se suspendió la prueba unos 15 minutos. Fue una de las tantas adversidades que pudimos superar. Pero lo pudimos sacar adelante«.
Puntualizó luego que «llegamos el viernes 18 a Bogotá, porque tenemos unos 3500 metros de altura, hay que hacer una adaptación física, mental y alimentaria. Apenas uno se baja del avión uno tiene unas pulsaciones muy altas, no entra el aire, cuesta respirar. Uno nunca deja nada librado al azar, pasó esa semana, con la adaptación. Y la competencia comenzó con mucha lluvia. Obviamente que los planes se cambian«.

Sudamericano Máster
Luciano destacó las particularidades del torneo en el que compitió al sostener que «esta competencia se hace cada dos años, es el mejor nivel sudamericano en atletismo Máster. Son mayores de 30 años, con categorizaciones de cinco en cinco años, yo estoy en la categoría de 40 a 44 años. Este Sudamericano tendría que haberse hecho en 2020, y se suspendió por la pandemia».
Agregó sobre el tema que «es mi tercera oportunidad de poder lograrlo. En el 2010 pude lograr mi primer campeonato en 2010, en Chile. Tuve en Medellín el mismo problema que ahora, porque llovió y quedé subcampeón, con un intento en uno, y el ecuatoriano que ganó no pudo saltar más que yo».

Toda la carne al asador
En esta tercera oportunidad Luciano se jugaba por todo. Tenía que ser su momento, tras haber quedado muy cerca en el Sudamericano anterior. Así se lo planteó, dijo que «tenía que poner toda la carne al asador, tenía mucha expectativa, con el cambio de entrenadora que tuve, y todo el año de entrenamiento. Era ahora o nunca«.
Sobre la competencia en sí, describió que «arrancamos a saltar, cuando la varilla pasa a 1,60, fue que empezó a llover. Se postergó. Normalmente las carreras las marco con tiza y no con cinta. Porque generalmente antes de nuestra categoría están los mayores que nosotros, y los jueces son muy rigurosos, y sacaban las marcas. Haciéndolo con tiza pensé que no las iban a sacar, pero se largó a llover, se inundó la pista y se borraron las marcas. Me daban un minuto para volver a tomar la marca, y armar el salto. Obviamente que no me dio el tiempo y me penalizaron, el primer tiempo me lo dieron como nulo, no tuve ni siquiera la posibilidad de saltar«.
El segundo intento tampoco sirvió. Explicó Luciano que «entonces pude armar la carrera otra vez. Después me enteré que es anti reglamentario dejar una zapatilla, porque la cinta no pegaba. Un chileno que tenía que correr por encima de mi marca me corrió la zapatilla, y entonces corrí desde cualquier lado. Estaba contra las cuerdas, me quedaba un intento en 1,60 o quedaba afuera de la competencia. Junté fuerzas de donde no tuve, pensé en mi hijo Mateo que lo tengo tatuado en el brazo, le di un beso como si lo tuviera a mi lado. Salté, y lo pasé sobrado. Y logré el oro, sueño cumplido«.
Superar adversidades
Evaluando el campeonato que le permitió el Oro, Saltapé mencionó que «con este torneo me di cuenta que como buen leonino que soy, igual que mi nene, que tenemos ese plus de fuerza interior. Superar adversidades que surgen en el momento. Esa sanción nunca me la hubieran hecho, los jueces generalmente dan diez minutos para reactivar la entrada en calor después de una lluvia. Para que uno pueda a volver a ser el que era antes que se postergue la prueba. Y fue a matar o morir. Este logro es el mejor de todos, más allá que la marca no fue buena. Este año tengo 1,70 en el Provincial de Mayores, 1,65 en el Campeonato Argentino, y 1,66 en la Semana del Mar Internacional. Evaluando los números, mi marca no es buena, esa marca la estoy saltando en Tres Arroyos con clavos de tierra«.
No obstante reflexionó que «viendo la situación es casi como haber saltado 1,80. Porque vine hasta Colombia, hice el gasto, y haber tirado en esa altura cuando habitualmente uno o pasa en su ciudad, podría haber sido muy doloroso. Cuando llegue a Tres Arroyos y a Claromecó, voy a entender realmente lo que pasó. En algún momento el que hace las cosas bien le tiene que ir bien. Hay uno que nos mira desde arriba y que pone las cosas en su lugar».
No sólo Luciano tuvo que superar adversidades. Relató que «en un momento de la prueba, con la lluvia, mi compañero ecuatoriano sufrió un accidente, y lo tuvimos que atender. Armando el sato se patinó, y se rompió el tendón rotuliano. Hubo que sacar el oficio de guardavida, lo tuvimos que atender, subirlo a la camilla. Lo trasladaron a la clínica, le dieron inyectables y lo mandaron a Ecuador, calculo que debe estar ahora en el quirófano. Mi rival venezolano, también en el 1,55 por una patinada, sufrió un desgarro fuerte en el aductor, que lo dejó afuera de competencia. Con lo cual haber podido seguir saltando es un triunfo, y poder haber ganado la prueba con todo esto que pasó, es histórico para mi carrera».

Margarita Boneiro
La atleta tresarroyense también hizo historia en Bogotá. Participó en pedestrismo 800 metros, y salió quinta. en los 1500 metros fue segunda. Y se consagró campeona en los 5000 metros. Mencionó Saltapé que «Margarita es una gran amiga del deporte, compañera de viaje. La fui a ver en la última prueba, los 5000 metros, hizo un carrerón y se consagró campeona Sudamericana. Uno deja mucho tiempo, familia. Nosotros tomamos el entrenamiento como un trabajo, más allá que no ganamos dinero con esto. Pero uno deja mucho, nos puede ir mal, pero no dejamos nada librado al azar. La verdad es que veníamos a buscar el campeonato Sudamericano los dos».
Luciano contó los pormenores de la organización del viaje a Colombia. Puntualizó que «cuando se dio la posibilidad de venir a Bogotá, yo estaba con un colega, Luciano “Chirola” Godoy. Él es corredor de 100 metros. Cuando empezamos a planear este viaje dije que si veníamos a Colombia no iba a hacer lo mismo que en Medellín, que había estado toda la semana compitiendo, quería ver el mar. Entonces después de la competencia nos tomamos un vuelo a Cartagena, bastante económico. Ahora estamos en un hotel, frente al mar, disfrutando. Encima con la economía nuestra como está, el viaje lo compramos en mayo».

Sponsors
Saltapé agradeció el apoyo que tuvo por parte de los auspiciantes, que posibilitaron el viaje. Destacó que «el sponsoreo me sirvió para cubrir los gastos y comidas diarias en Colombia. Principalmente agradezco a la Dirección de Deportes, que tanto a Margarita como a mí nos brindaron un gran apoyo económico. A la Veterinaria Don Hugo, de mi amigo Dani Stempelet. A Carnicería El Pato, Carlitos es mi carnicero de confianza. Y a Peca Distéfano, que me escuchó hablar en un medio, levantó el teléfono y nos dijo que pasemos a buscar dinero para nuestro viaje«.
Destacó también que «estamos muy contentos con ellos. Es muy difícil que en estos momentos alguien brinde el apoyo. Que lo hagan con un deporte amateur e individual como el nuestro. Generalmente se le da la publicidad a un equipo, de fútbol, de básquet, de voley o handball, y no a un atleta. Porque es más fácil vender con 10 camisetas que con una sola».
Luciano agradeció a todos quienes lo apoyaron en este logro, y mencionó a Claromecó, donde trabaja de guardavidas. Explicó que «el año que viene, que es el Campeonato Argentino en Misiones voy a ver si puedo llevar a mi hijo conmigo. Agradezco a mis viejos y mis hermanos y tanta gente que me envió mensajes de felicitación. A los medios, porque sin esto no podemos mostrar lo que hacemos, y poder conseguir sponsoreo«.

Sobre su regreso a Claromecó, dijo que «todo muy lindo pero hay que trabajar. Hacemos este testeo en la arena caribeña, pero ya pronto el 6 estaremos “con las patas en la arena y el silbato colgando” como decimos los guardavidas. Será mi temporada número 15, un verano que mucha gente, en pos pandemia. Creo que le va a ir bien a todos en general. Quiero invitar a que conozcan nuestro paraíso que es Claromecó, los que lo conocemos sabemos de qué se trata. Ya he invitado a compañeros de atletismo de Buenos Aires, que me prometieron ir a Claromecó».
Sobre el fin de la charla indicó que «mis abuelos eran de Claromecó, mi mamá se crió ahí, yo voy a Claromecó desde la panza de mi mamá, igual que mi hijo, que vino desde la panza de su mamá. Este último año fue el que más estuve en Claromecó, porque reina la paz y el silencio. Sólo los que lo amamos nos damos cuenta lo que es. Deseo una feliz temporada a todos. Saludos a mi entrenadora y amiga Flavia Rezzia de Bahía Blanca, y al club Villa del Parque, donde soy el preparador físico, y logró el objetivo de permanecer en Primera».