Radio Comunidad Claromecó

Nueva firma misma esencia

Nueva firma misma esencia

Tal vez esta nota se escribió tarde. Tendría que haber sido el jueves, el día de la concreción del acuerdo. Pero el motivo de la tardanza fue que nunca supe cómo empezar. Hasta ahora que me impuse hacerlo y escribir de una buena vez. Son muchísimas las cosas que me vienen a la mente y quiero decir, pero tampoco puedo redactar algo interminable.

Concretamente, la noticia es que desde el 4 de junio de 2020, Radio Comunidad Claromecó pertenece a una SRL conformada por Andrea Carrera, Esteban Mango y quien escribe, Claudio Menéndez. Y si bien esto se venía gestionando desde hace más de un año, y en la práctica el manejo comercial y artístico de la emisora ya estaba en nuestras manos desde hace nueve meses, dicho o escrito así, impacta.

La gran familia

Porque básicamente se trata de una cuestión emocional. Y aquí está la gran respuesta a todo. Se trata de algo del corazón, más que de la razón. Esta radio se lleva tatuada en la piel, en el alma. Siempre decimos que es una gran familia, y por ahí puede llegar a sonar a verso. Pero no. Es una gran familia, por eso cuesta tanto hablar en este momento. Así diseñaron esta radio Mary y Tito, con clima familiar, haciendo pasar a la gente a la cocina de su casa, nunca a una oficina. Cuando decimos que la RCC tiene un estilo diferente, es porque lo tiene. Ni mejor ni peor, otra cosa, otro espíritu.

Por eso ahora nuestro desafío es justamente continuar con ese camino, con ese gigantesco legado. Nos han pasado la antorcha, no podemos desentonar, tenemos que estar a la altura de la circunstancias. Tenemos un camino por delante, pero sobre todo, tenemos un camino por detrás, al cual debemos honrar. Seguir con la idea renovadora, vanguardista, que Tito Martínez siempre le imprimió a esta emisora. Eso mismo fue lo que prometimos el día que partió de este mundo, y lo vamos a cumplir. No podemos dejar de hacerlo, no queremos dejar de hacerlo.

La decisión de soltar

No es habitual ver una cesión de esta naturaleza. Generalmente lo que pasa cuando el titular de una empresa muere, sus herederos o continúan a cargo, o la venden, sin más vueltas. Jaqueline, Anahí, Pablo y Gabriel Martínez optaron por otro camino. En principio se hicieron cargo, con la desventaja que significa manejar un negocio a distancia. Ordenaron toda la cuestión administrativa, de sucesión y demás tecnicismos que no vienen al caso. Se instalaron durante dos veranos en Claromecó, dejando de lado otros trabajos, obligaciones y familia. Haciendo un gran esfuerzo y sacrificio, como en su momento lo hicieron sus padres, Tito y Mary. Todo eso sabiendo que este no es un negocio para hacerse millonario ni mucho menos. Es más, en este último verano 2020, se pusieron a nuestras órdenes para hacer entre todos la Transmisión Gigante de Las 24 Horas de la Corvina Negra.

Recibieron ofertas, algunas bastante tentadoras, para vender la emisora. Pero no las aceptaron. Optaron por elegir con el corazón. Por seguir el concepto que siempre tuvieron sus padres, y que repetían siempre: la radio es de los chicos. Y esos chicos, somos nosotros, los nuevos titulares. Tomaron el camino, muy a lo RCC, muy a lo Tito, de no hacer lo que se supone que hay que hacer. Decidieron ceder la radio a sus empleados. Creyeron que en otras manos, la RCC dejaría de ser la 97.9, dejaría de ser ese sueño de Tito y Mary de darle voz a la comunidad de Claromecó. Prefirieron elegir con el corazón, no con la razón.

La pasión

Entonces, cómo no va a costar escribir una nota así. Yo sabía que este momento iba a llegar, lo sabía desde hace más de un año. Pero llegó, y tardé más de 24 horas en reaccionar y poder escribir algo más o menos digno.

La historia ya la hemos contado muchas veces. En resumidas cuentas, podemos decir que instalar una emisora de frecuencia modulada en Claromecó, en 1989, era una locura. Hacer una gran inversión a sabiendas que la posibilidad de recupero era prácticamente nula. Por ese motivo, desde el vamos RCC es diferente. Porque es un negocio, sí, claro que lo es. Pero hay más, mucho más que un simple comercio. Lo que hay es pasión. Y ahí no hay posibilidad de entender nada, ahí es donde la razón no tiene cabida. Como dice Francella en la película El Secreto de sus Ojos, se puede cambiar de todo, pero no se puede cambiar de pasión. Si queremos ocultarlo vamos a fallar, la pasión siempre va a delatarnos. Lo mismo pasa con Claromecó, que es una pasión. Por eso a muchos les cuesta entender. El famoso «no sé qué le ven». El que no lo siente, no lo comprende. Con la radio ocurre lo mismo. No es lógico, no es razonable, porque el amor no es ni lógico ni razonable. Es así, punto, no se le pueden dar muchas vueltas. Cuando el berretín se instala, ya no hay cómo desinstalarlo.

Es con ellos o con nadie

Tenemos una responsabilidad, muy clara. Pero que en realidad la tuvimos siempre. El mensaje de Tito y Mary de que «la radio es de los chicos», lo tomamos siempre como tal. Por eso la sentimos como propia desde siempre. Andrea, Esteban y yo, la llevamos tatuada, es casi nuestro apellido. Somos Andrea de la RCC, Esteban de la RCC y Claudio de la RCC. Podremos trabajar en otros medios, de hecho yo mismo suelo hacerlo, pero seguimos siendo de la RCC. Ese es el otro motivo por el que decidimos aceptar este desafío, cada uno sintió lo mismo, que se podía hacer porque estaban los otros dos. Voy a citar una frase de la mejor serie de la historia argentina, que es Los Simuladores. Hablando de lo que significa el grupo, en un momento Diego Peretti dice: «Esta época supone que el sistema es lo importante, y que todos sus integrantes son reemplazables. Que ninguno es indispensable. Y yo pienso que en este caso somos todos indispensables. El grupo funciona así, o no funciona». Nosotros asumimos este nuevo rol, porque estaban los otros dos, con nombre y apellido. De manera individual, o con otras personas, no hubiese sido posible.

Continuar una historia

RCC es nuestra casa. Hemos pasado allí gran parte de nuestra vida. A veces más tiempo en la radio que con nuestras familias, a las que por supuesto hay que destacar, ya que sin ellas también sería imposible. Demás está decir que no hay que esperar grandes cambios. Por el contrario, somos continuadores de una historia. Si habrá una mudanza, que próximamente estaremos anunciando. La radio dejará su tradicional estudio de la calle 40, en lo que será el primer gran desafío, para el que también contamos con el apoyo de la familia Martínez.

Cambia la firma que explotará los derechos comerciales de Radio Comunidad Claromecó, es una modificación en los papeles, que al aire ni se notará. Pero todo lo otro, lo importante, eso se altera. La 97.9 seguirá teniendo la misma esencia. Porque la pasión es la misma, el sentimiento es el mismo, el amor es el mismo. Y eso, ya lo sabemos, no cambia nunca.

Un comentario

  1. Felicitaciones por el legado; lindas palabras que entiendo perfectamente; con Claromeco es así…un sentimiento.

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