También declarar de interés el Centenario del Faro, y reconocer a quienes interfirieron comunicaciones británicas en la Guera de Malvinas.
El diputado provincial Emiliano Balbín presentó ante la Legislatura Bonaerense un proyecto de Ley y uno de Declaración, ambos referentes al Faro Claromecó. Esto fue un pedido que le hizo en su momento el concejal Carlos Ávila al legislador Balbín.
El legislador de Juntos Por El Cambio resentó en la Cámara Baja de la Provincia un proyecto de Ley. Cuyo primer artículo habla de declarar monumento histórico al Faro Claromecó. Y en el artículo segundo, plantea reconocer con Diploma de Honor al Valor o Arrojo, a los claromequenses que en 1982 interfirieron comunicaciones británicas desde el Faro Claromecó. Liderados por «Lito» López Cabañas, y con la participación de Carlos Bancur, Susana Ferrando y Hugo Cortés.
Fundamentos
Balbín fundamentó su proyecto de esta manera:
Lo que destaca a este Faro mas allá de su construcción y de ser uno de los mas altos de latinoamérica, es su rica historia con la guerra de Malvinas.-
Durante la Guerra, el pueblo se vio revolucionado. El faro de Claromecó fue sede de una ambiciosa e impensable operación de espionaje contra las fuerzas armadas británicas. Y no por parte de un grupo adiestrado ni por comandos militares: la tarea estuvo a cargo de un grupo de vecinos y un radioaficionado.-
Omar Angel López Cabañas era un verdadero apasionado de su actividad como radioaficionado. Pero ese entusiasmo siempre fue acompañado por una notable capacidad que supo complementarla con una fuerte dosis de patriotismo durante los 76 días en los que permaneció atento -junto a dos amigos- rastreando en toda frecuencia posible al enemigo inglés, desde el faro de Claromecó.-
Días previos a que se declare la guerra entre ambas naciones, Omar López Cabañas pudo escuchar que un radioaficionado mencionó la presencia de fuerzas militares argentinas en Malvinas. “Como te imaginarás lo sorprendió de tal manera que no lo podía creer. Así que llamó a un amigo que tenía en la base de Puerto Belgrano, pero lo atendió el hijo”.-
Según se dice, obtuvo ese dato porque conocía a la propietaria de la frecuencia. Era la esposa del jefe del correo de Malvinas. Ahí fue como el claromequense se enteró de la presencia militar en las islas del Atlántico Sur. “En el transcurso de ese mismo día suena el teléfono, el fijo que tenía, y quien lo llamaba era el padre de este chico, que calculó debió haber sido un militar de grado de la marina. Mirá lo que vos escuchaste es cierto, se ve que los muchachos ya llegaron’”.-
“¿Pero vos sabés lo que estás diciendo? ¡Esto va derecho a un conflicto!”, fue la respuesta del radioaficionado a su interlocutor en Puerto Belgrano.-
Días después volvieron a llamarlo, pero en esta oportunidad fue para que asesore en la compra de equipos. “Los militares tenían un problema grande con equipos obsoletos, entonces querían que las tres fuerzas tuvieran equipamiento suficiente y necesario como para poder coordinar y comunicarse como corresponde. Es ahí donde -más o menos- entra en juego con éste tema”, apuntó.-
La guerra contra el imperio británico era un hecho, y se aproximaba. “López Cabañas diseñó la antena para la frecuencia que estimó que los buques ingleses tenían, y le dio un croquis a Carlos Bancur que era el antenista que él tenía, entre los dos subieron al faro y montaron la antena.-

De inmediato llamó a sus dos íntimos amigos -los tres tenían los mismos equipos de última generación- y a la madrugada siguiente estaban en Av. Costanera 444. Ahí montaron todo el teatro de operaciones de comunicaciones”.-
A Omar lo acompañaron los claromequenses, Carlos Ernesto Bancur, Susana Ferrando y Hugo Cortes. Por otra parte en la costanera Gay Montangero experto en telegrafía y Pedro Dolbergt, de Labardén que estaba en el faro con uno de los transceptores.-

Según contaron, López Cabañas quería saber cómo los ingleses bombardeaban o atacaban con viento o lluvia, estaba convencido que recibían algún tipo de ayuda. “No era casualidad, así que en un momento determinado detectan una AM de Rio Gallegos con una característica especial; había un pequeño bip que se establecía cada tanto”.-
Utilizando el trabajo articulado con Puerto Belgrano, también lograron advertir otro método con el cual el enemigo filtraba información. “En un momento escuchó la BBC de Londres con un nivel de señal que no le cerraba. Eran señales muy intensas. Orientó la antena nuevamente, ubicó el ángulo y llamó a Puerto Belgrano. Momentos después le pasaron el ángulo de recepción, trazó la recta y sorpresivamente la BBC de Londres estaba en la isla Ascensión. Casi se cae de espaldas” comentaron.-

Finalizado el conflicto un día apareció un vehículo con dos personas de traje, de la embajada de Suiza, preguntando si era el señor López Cabañas. Ese punto de encuentro marcó el inicio de una relación impensada. “Venimos de la embajada de Suiza, pero en realidad el gobierno inglés está interesado en la antena que usted diseñó”, fue la forma en que se presentaron sin que el radioaficionado claromequense pueda explicarse cómo se habían enterado que era él. Y más aún, que el enemigo lo busque pidiéndole ayuda.-
Invitado por Plessey, una fábrica de radares inglesa y de componentes electrónicos. Tuvo una entrevista en la fábrica sobre temas técnicos de la antena y le pidieron -si fuera posible- acceder a diseñarla para la frecuencia que ellos necesitaban.-
Es por los motivos hasta aquí expuestos, que solicitamos a los pares acompañen en la presente iniciativa de Ley.-
