El cantante Ricky Maravilla habló con la RCC. Desde su Salta natal, donde se encuentra viviendo desde el inicio de la pandemia, repasó toda su carrera. Rememoró su infancia humilde, e hizo referencia a la impresionante cifra de reproducciones en YouTube que logró con Las Canciones de la Granja. Esto motivó que le dieran un premio en Estados Unidos.
Luis Ricardo Aguirre, popularmente conocido como Ricky Maravilla, cumplió 75 años el pasado sábado. Y su vigencia no sólo no decayó, sino que por el contrario, aumentó. En los últimos años, a través de la plataforma para niños conocida como Las Canciones de la Granja, Ricky llegó al billón de reproducciones. Es el artista más escuchado en toda la región a través de YouTube. La cuenta es por lejos la de mayor repercusión en el país, y una de las más visitadas de Latinoamérica.
El número uno
Convocado por la RCC, Ricky habló en Recalculando sobre su pasado y su presente de éxito. De una infancia muy pobre, a conquistar mercados tan exóticos para la música tropical argentina como Australia o Japón. Los dedos índices hacia arriba, el flequillo revuelto, un paso de baile particular, el resto es historia. Derribó todas las barreras del prejuicio. Un changuito de los Valles Calchaquíes, que de chico no tenía casa propia, y haciendo música tropical bailable, pasó a ser contratado para las fiestas más exclusivas de Punta del Este. Conquistó a todas las clases sociales, todos se rindieron a su inconfundible ritmo. No hay fiesta en la que no suene al menos uno de sus temas. Y si algo le faltaba, era el público infantil. Ahora lo tiene, y nuevamente, pasó a ser el número uno.
La pandemia
Ricky comenzó hablando de la pandemia, y cómo la vive en Salta. Dijo que «está todo bien dentro de los protocolos. Atravesando esta cuarentena que se está haciendo eterna, pero tenemos que tomarlo con paciencia. Es un tema mundial, no es sólo nuestro. Estamos bien, no hay tantos casos, eso nos fortifica, nos da esperanza. Claro que los artistas todavía estamos relegados, y aprovechando este tiempo que no hay tantos viajes, aproveché para estudiar piano, composición y hacer nuevos temas».
Pese a ser de riesgo por su edad, nada lo detiene. Continúa trabajando en nuevos proyectos, y aprovechó el aislamiento para preparar un nuevo espectáculo. «Lo tomamos de la mejor manera posible», afirmó sobre la cuarentena. Agregó que «estamos haciendo cosas que antes por las giras, los viajes y los shows no podíamos hacer. Estamos preparando nuevos temas, un show renovado, con nuevos proyectos«.
Australia
La historia de Ricky es de un pasado con privaciones, duro. Maravilla contó en Recalculando cómo fue su niñez, y cómo tuvo la posibilidad de viajar a Australia siendo recién recibido. Ese viaje no lo hizo, pero tuvo su revancha años después, y a raíz de la música. Comentó que «los comienzos fueron con una familia muy pobre de los Valles Calchaquíes de Salta. No teníamos casa. Mi padre era empleado municipal y mi madre ama de llaves en una casa. Un día escuché a mi madre pidiendo unas monedas para ir a lavar ropa a una casa. Entonces le pregunté a mi madre porqué estaba haciendo eso, y me respondió “porque somos pobres”.
Continúa Ricky: «Yo le dije que no quería que fuéramos pobres, tenía siete años, y me salió decir que estudiando íbamos a salir de la pobreza. Terminé la primaria, y luego la secundaria en el Industrial N° 7 General San Martín en Retiro, Buenos Aires. Me recibí de electrotécnico y técnico en comunicaciones, y así fue que ofrecieron un trabajo para una compañía naviera. Mi primer viaje iba a ser a Australia. Mi madre se puso muy triste y desistí de ese viaje. Pero Dios da revancha, y a través de la música, después me contrataron para actuar en Sidney, en Canberra, en Melbourne, y así finalmente pude conocer Australia«.
Por eso es agradecido. Dice también que «soy un sorprendido por la carrera larga en el tiempo que he tenido. El éxito es muy difícil mantenerlo, me siento muy orgulloso de haber conquistado a todas las edades, ahora últimamente a los niños, con Las Canciones de la Granja. Y todos los estratos sociales».
Un billón de reproducciones
Para tomar dimensión de lo que Ricky ha conseguido en YouTube con Las Canciones de la Granja, hay que situarse en contexto. No son muchos los artistas que han conseguido más de un billón de reproducciones en la plataforma. De todos los canales y cuentas disponibles, los que han superado esa cifra no llegan a 300 en todo el planeta. Hay que citar los ejemplos de «Despacito», de Luis Fonsi, el «Gangnam Style» o baile del caballo del coreano PSY, y un puñado más. Lo que ha logrado Ricky es impresionante, porque lo hace hecho a nivel regional, es decir, sólo en habla hispana.
«El gallo se enamoró perdidamente, de una pata que nadaba en la laguna«, cantan millones de chicos y no tan chicos en todo el continente. La música de Ricky Maravilla, literalmente se ha hecho viral. No solo recibió un premio por la proeza, sino que también le ofrecieron tener su propio sello discográfico. Relató que «a través de este premio, me ofrecieron viajar a EEUU para integrar una empresa muy importante en medios audiovisuales. Y me ofrecieron tener mi propio sello discográfico, que se llamará Ricky Maravilla Records. Todo lo que sea medio audiovisual, estoy muy empapado. Me encantaría seguir trabajando en programas de televisión, en todo lo que sea la parte musical».
Una persona normal
Pese al éxito viral, Maravilla sigue con perfil bajo. Dice que se considera «una persona normal, que vive de sueños y proyectos, y que gracias a Dios y al público se le han dado cosas muy importantes«. Vuelve al relato de la infancia dura al mencionar que «cuando yo era niño, en la noche de Reyes siempre ponía mis alpargatitas para recibir un regalito, y siempre me llegaba un autito de plástico muy chiquito. Mientras mis amigos recibían pelotas y bicicletas. Mi madre me decía que no me enoje ni con Dios ni con los Reyes, hasta que cuando me llegó el éxito sentí que era el gran regalo que mi madre me decía. Hace dos años estuve en Australia, y a Japón hay ocho horas de viaje, entonces me llevaron para hacer una presentación en Tokio».
El ascenso vertiginoso de la llamada «movida tropical» a inicios de los 90, catapultó a Ricky a lugares impensados hasta ese momento. La llamada «bailanta» se hacía popular en todas las clases sociales. Pero tenía un costo: la discriminación. Ese prejuicio también fue vencido por el salteño, que terminó conquistando a todos los públicos. Destacó que «siempre hay discriminación, pero yo tomo lo positivo. No me detengo en lo negativo. Lo hemos vivido a veces, pero supe superar todo eso, y lo tomé de manera positiva. Me hacían esperar para entrar a escena, por ejemplo. Pero estuve en todos los lugares y siempre salí airoso. Por ejemplo, cuando fui al programa de Mirtha Legrand, todo el mundo habló de mi caída. Estuve con Susana Giménez, con Marcelo Tinelli».
Tiene magia, tiene hechizo
Un puñado de canciones provocó el ascenso vertiginoso de Ricky a los grandes escenarios, que hasta el momento ningún artista tropical había pisado. Pero hay una que lo hizo famoso en todas partes. Una pregunta, un interrogante entre gracioso y picaresco: ¿Qué tendrá ese petizo? La anécdota no se hizo esperar. Explicó el cantante que «nace porque yo también soy petizo. A veces tenemos complejos de inferioridad, pero los superamos siendo simpáticos, alegres, divertidos. Hasta el momento en que salió la canción, las mujeres sólo miraban para arriba. A partir de ese momento, hemos roto la barrera. El petizo lo que tiene es un corazón grande. Una vez me encontré con una pareja donde la mujer era alta y él era petizo, y ahí fue que les pregunté qué tendrá ese petizo. La mujer me contestó que no lo cambiaba por nada».
Para el final, Ricky habló del éxito. Dijo que «es algo hermoso, pero también es muy esquivo. De repente lo tenés y luego se va diluyendo. Por eso hay que alimentarlo con trabajo, estando siempre presente, y agradecer».
Y con humildad remató: «Como en este momento les agradezco a ustedes, y decirle gracias a mi público, a los medios de comunicación, gracias a Claromecó y a la 97.9 con Recalculando. Hace dos días cumplí años, y recibí gran cantidad de mensajes de todas partes del mundo, por eso le agradezco a Dios principalmente porque tengo salud».